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El camino para transformar esa caña o doble por un «¿qué cervezas tienes?» no ha sido tarea fácil. Desde hace unos años, esa simple cerveza como un acto social ha cambiado, ahora se disfruta y se saborea, provocando que gran parte de los consumidores hayan pasado de la clásica rubia a una diversidad de cervezas artesanales que abarcan un sinfín de sabores.

Muchos de esos amantes de la cebada y el lúpulo han convertido su hobby de hacer cerveza en casa en un negocio, abandonando las conocidas multinacionales. Esto, unido a un cambio generacional en una sociedad que busca productos más sanos y de calidad, y donde se prima la calidad a la cantidad, ha originado que el consumidor medio busque en la cerveza menos procesados industriales y más artesanos. El público ha empezado a cuestionarse qué es lo que está bebiendo, por lo que es indiscutible que el cliente ha cambiado, por tanto, los canales de venta han seguido el mismo trayecto; desde los tradicionales como el bar de toda la vida hasta el canal e-commerce.

Los números actuales señalan que la cuota de mercado de este tipo de cerveza está creciendo, en parte gracias a la apertura de nuevos locales especializados y a la incorporación de este producto al bar de siempre. Tanto que los detractores de la cerveza artesana creen que existe una burbuja y que acabará por explotar.

La cerveza artesanal es completamente diferente a la industrial, desde su sabor más atractivo hasta en la presentación, donde los maestros cerveceros hacen gala de sus raíces; como nuestra cerveza GALANA, producida y embotellada en La Yesa, una población  de poco más de 200 habitantes en la comarca de Los Serranos de la provincia de Valencia.

Pero, ¿qué opinamos nosotros? Desde MERCAT HORTA VIVA como expertos en productos de proximidad y artesanales, estamos convencidos que la cultura de cerveza artesanal no es una moda, ha venido al mercado para quedarse y consolidarse. De hecho, vamos más allá, porque es un estilo de vida y consumo que no ha hecho más que comenzar. Ahora es habitual ver bares con varios grifos o botellas de diferentes estilos. Lo estamos viendo ya en la calle, los bares han cambiado porque el cliente ha cambiado.

La tradicional caña seguirá existiendo, pero convivirá con cervezas de otros estilos. Se pide cerveza diferente ahora y se seguirá pidiendo dentro de unos años.